Al final del túnel
Hace 3 meses
Si hay que darlo se da. No mires hacía atrás pero sobretodo nunca para abajo. La maravilla del salto es disfrutar al máximo la sensación fugaz de libertad que ofrece el aire que da en la cara. No mires hacia abajo. Todo el que mira acaba cayendo. Y cuando tomes de nuevo contacto con la Tierra, los dos pies juntos. Rápidamente, un pasito hacía adelante y sigue caminando. Silba tu mejor canción, o la que te sepas. Sonríe a los que te encuentres y no les digas nunca que viniste del otro lado.
El que le sobra a más de uno. Y le cae a chorros por las mangas de las camisas. Y todo el que a mi me falta para jugar al mentiroso, tirarme de cabeza a la piscina y leerte los labios mientras me lees en la pantalla del ordenador.