miércoles, 12 de agosto de 2009

Salto

Si hay que darlo se da. No mires hacía atrás pero sobretodo nunca para abajo. La maravilla del salto es disfrutar al máximo la sensación fugaz de libertad que ofrece el aire que da en la cara. No mires hacia abajo. Todo el que mira acaba cayendo. Y cuando tomes de nuevo contacto con la Tierra, los dos pies juntos. Rápidamente, un pasito hacía adelante y sigue caminando. Silba tu mejor canción, o la que te sepas. Sonríe a los que te encuentres y no les digas nunca que viniste del otro lado.

4 comentarios:

Oriana P. S. dijo...

Me gustaría imaginar que lo ms bonito sería nunca caer y así poder seguir volando.

Me gustó mucho este post :)
Un besito.

Antonio dijo...

¡Ojalá!... el salto perfecto e imposible para los que no somos pájaros... Oriana

Otro para vos...

Antonio

Juan Duque Oliva dijo...

A mi me gusta pegar el salto con una vuelta o dos en el aire.

Antonio dijo...

Y caer con los pies bien juntitos, sonriendo...

Antonio