miércoles, 10 de diciembre de 2008

Cartas

Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de Correos en una seta. Un buzón y una seta guardan muchas similitudes pero sobretodo una evidente, se esconden en ellas muchos de nuestros sueños. Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de Correos en una seta. Y sobretodo porque no fui yo. Por qué no tuve esa genial idea. Cuando voy a echarle una carta, me apoyo en su sombrero colorao y le digo en voz baja donde quiero que la mande y noto que se hace el remolón. Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de Correos en una seta.

5 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Alguien que nos quiere hacer creer que vivimos en un bosque, que los buzones echan raices y que en su interior habitan duendes.

Antonio dijo...

Precisamente, hoy, al pasar por el sitio me he encontrado que un desalmado lo había pintado entero de su color amarillo oficial y un cartel que ponía ¡ojo pinta!

Ha sido un palo muy duro.

Antonio

Juan Duque Oliva dijo...

Seguro que le ha echado mata duendes por la ranura.

La gata Roma dijo...

Algún día lo mismo le echo valor y cuelgo en el blog los dibujos que mi madre conserva de mi tierna infancia. Setas gigantes en las que vivían familias de conejos granjeros, adornadas con lazos.. Cualquier psicólogo diría que tenía disfunciones perceptivas de la familia y el entorno, fijo…
Kisses

P.S. De pequeña pensaba que cuando echabas una carta a un buzón iba por un conducto supterranéo hasta su destino… lo que yo te diga, carne de psicólogo.

La gata Roma dijo...

Se me olvidaba, ayer pasé a la ida y la vuelta por el Arrollo Garabato pero no pude hacerle una buena foto al cartel.
Kisses