Y es que pensarán que son trasparentes y que no llevan cadenas. Si se les ve de lejos. Con el ruido de los hierros antes de que pueda avistarlos ya se que se acercan. La discreción no es una de sus virtudes y eso que pueden atravesar paredes y desvanecerse como polvo de hadas. No les niego el poder de embaucar que manejan como nadie. ¿Qué hay debajo de las sábanas? ¿Les pasa cómo a los escoceses con el kilt? Algunos son entrañables mientras se les mantiene a raya. Como en informática, siempre es bueno montarse un cortafuegos. O un repelente para mosquitos trompeteros que atraviesan muros de carga.
La ronda de los presos
Hace 8 meses
4 comentarios:
Jajaja, esto ya es la repera, llevo toda la semana con uno parecido en la cabeza.
¡¡Con un fantasma!!
Bájalo al suelo y ¡písalo! je je je
Un abrazo
Antonio
Abundan en esta ciudad
Zápat, y cada vez más descarados y torpes. Goza de lo efímero.
Antonio
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