Al final del túnel
Hace 3 meses
Tenemos los buscadores de huellas un problema que no queremos reconocer. Y desde tiempos ya olvidados y lejanos llevamos arrastrando sin solución. Todos nuestros saberes adquiridos, las habilidades telúricas que el viento y la lluvia nos ha ido proporcionando se ven disminuidas, limitando nuestros movimientos a los de un mortal más, en el momento que en la búsqueda e interpretación de huellas nos escontramos con la nuestra. Es por ello que nunca veréis a un auténtico husmeador de pisadas pasar dos veces por el mismo sitio.